Lo mismo aplica en el ámbito de nuestra actividad laboral. Si vemos a nuestros jefes o colaboradores, a nuestros colegas o compañeros de trabajo, como personas a las que debemos soportar para mantener el empleo, nuestra visión será siempre pesimista y poco saludable.

Pero si nos decidimos a visualizar nuestro entorno laboral como un esfuerzo de pulimiento, tanto de nosotros mismos como de los demás, el ángulo se hace no solo más llevadero, sino optimista y hasta retador.

Para KBU, la familia, institución básica de la sociedad, es el cimiento donde cada ser humano está llamado a descubrir, formar y pulir la piedra preciosa que lleva dentro.

Si en la antigua Roma se consideraba que los diamantes eran pedazos de estrellas, como padres de familia tenemos el gran reto de descubrir la hermosura y el brillo del tesoro que hay dentro de nosotros y en nuestros hijos. En el hogar cada miembro es como un diamante: es excepcional, no se compara a nadie. Pero como bien sabes, un diamante necesita de otro diamante para extraer su belleza.

Para Kids Bright Up, los hijos necesitan de sus padres para pulirse y elevar su brillo. Asimismo, los padres necesitamos de nuestros hijos para que en el camino de la vida, con optimismo, sigamos detectando dónde pulirnos, dónde mejorar. (Algo similar cabe decir del cónyuge, en el caso de quienes están casados y comparten la responsabilidad de educar).